martes, 12 de febrero de 2008

CHRISTOPHER DOYLE



Nacido en Australia, Doyle abandonó su país en un barco noruego y viajó por todo el mundo. Trabajó como petrolero en la India, ganadero en Israel y doctor de medicina china en Tailandia, sin embargo su profesión como cinematógrafo comenzó cuando se radicó en Taiwán y conoció a un grupo de artistas con los cuales empezó a formarse. Al filmar su primera película, Ese Día en La Playa (1981) dirigida por Edward Yang ganó el premio de mejor cinematografía en el Asia-Pacific Film Festival de 1983. Después de esto, decidió estudiar el arte de la cinematografía en París, sin embargo, en contra de los métodos de enseñanza y del énfasis puesto en los aspectos técnicos de cinematografía, Doyle decidió abandonar el curso y dejó guiarse por sus ojos y no por textos y los aspectos técnicos del ámbito.
Su gran trabajo se ha plasmado en el binomio que ha formado con Wong Kar Wai, en films como Chunking Express, Eros, Con Animo de Amar, 2046, Fallen Angels, Ashes of Time, entre otras. Pero también ha trabajado con Chen Kaige, Stanley Kwan, Park Ki Yong, Philip Noyce, Gus Van Sant, Barry Levinson, y ultimamente con el tailandes Pen-ek Ratanaruang.

Si analizamos la manera de Christopher Doyle de preparar los colores y estilos visuales de una película nos encontramos con ejercicios ensayísticos, que más hablan de una vida personal o del proceso artístico más que del resultado. Para preparar una película Doyle juega con fotos y genera colages, combina colores en la práctica, no en su mente, sino que con sus manos. El proyecto se va creando mientras se crea (valga la redundancia) y no con la burocracia típica de la industria. Las cosas van naciendo desde un hacer, desde un estar, desde una compenetración con lo trabajado. Se busca la novedad, pero no la parafernálica, sino que la a medio iluminar. Su afición por las ampolletas que solo muestran un sector y dejan en negros intensos lo demuestran. Por el detalle, por el encuentro con la luz, más que con la búsqueda de la misma. Vive con la intención de eliminar elementos iluminativos más que de rellenar con más.



"Uno tiene un gusto estético. Todos lo tienen. En mi trabajo, porque tienes una cierta experiencia visual y porque no queremos que se vea igual a todo el mundo, confías en esa experiencia visual personal más que la mayoría de la gente. Entonces sí, hay una estética. Pero lo llamaría gusto personal. Es la gran diferencia entre decir "quiero hacer un film noir", como Tarantino, y entonces imitar un cierto tipo de manera de hacer cine, o decir "sí, vi películas japonesas cuando era más joven, y por supuesto que hay una influencia, pero ésta es nuestra película". Si hay una influencia de otras fuentes, no importa porque la forma en que se expresa es más personal. Creo que ésa es una diferencia muy importante, por ejemplo entre Tarantino y Pen-ek. ¡Por supuesto que nada es original! Todo viene de lo que había antes, ya sea la bolsa de valores, o lo que vas a comer mañana, o el tipo de vida amorosa que tienes. Reconocerlo no es ningún problema, mientras lo asimiles como parte de tu propia vida. Y mientras se exprese a través de quién eres.
(...)



Creo que en el cine sólo hay tres personas. La persona delante de la cámara, yo, y el público.¿Y el director? ¡A la cresta con el director! Háblenle de eso a Cahiers du cinéma, no a mí. Ya no existen más "auteurs". Como con Internet, el "auteur" eres tú. Lo que hay que hacer es crear la relación más directa posible. Pen-ek no ve la película: la escucha. Es una forma muy interesante. Confía lo suficientemente en mí como para hacer las cosas sencillas. Por supuesto que hablamos de la estructura. Claro que pienso que nuestra relación debe ser extremadamente íntima. Creamos un espacio de trabajo para que la película resulte. Entonces puede incluir los errores, puede incluir cosas que pasan con el clima, porque sabes la dirección en la que vas. Y ésa es la gran libertad de trabajar con alguien como Pen-ek. O con Wong Kar Wai. Tienes un sentido de la integridad de lo que estás haciendo. Y sólo somos tú, yo y el público. Y es fantástico. Él sólo escucha para ver cómo va.
(...)
Todas las películas debieran ser un "ciao bella"', ¿no creen? Ésa es nuestra función. Si somos lo suficientemente claros, la forma en que respondemos a una idea puede ser compartida contigo. Ése es mi trabajo: tomar ideas y darles algo más que una imagen. Que casi puedas olerla. Si eso sucede una vez en una película, es una gran película. Así de simple. Ése es mi propósito: llevarte a algún lugar en que digas "sí, esto es la vida, esto es la tristeza, esto es la belleza…". Mi trabajo es concentrar eso en uno o dos momentos. Eso es lo que puede hacer el cine. O el arte… si quieres decir "arte".

1 comentario:

Víctor(H) dijo...

Estimado:

Hola. En la actualización de esta semana, tenemos novedades;

Daniel Burman: "El trabajo con los actores es la película"

Dando inicio a nuestra sección de entrevistas, el equipo de Glauber conversó en exclusiva con el cineasta argentino Daniel Burman, en el marco de su paso por Santiago, mientras afina los últimos detalles de post-producción de "El nido vacío", su nueva película, que será estrenada el próximo 24 de abril en Argentina (y durante los próximos meses en Chile).

Te invitamos a ver un video con un resumen de la entrevista realizada hace un par de días, en donde Burman comparte algunos interesantes apuntes sobre su concepción del cine.

www.cine-glauber.blogspot.com

Un abrazo

Equipo
Blog Glauber